Cada región de nuestro país tiene sus platillos típicos, es como parte de su ADN, sabores y aromas únicos e irrepetibles que son el orgullo de los locales y el disfrute de los visitantes. Todo visitante debe, obligatoriamente, sumergirse en un viaje gastronómico en cada lugar que visite, de lo contrario la experiencia no es completa.

El pozole en Guerrero, los pastes en Hidalgo, los quesos y vinos en Querétaro, la cochinita en Yucatán y así, cada estado tiene su propia arte culinaria e incluso cada localidad. Por supuesto que Chihuahua no es la excepción y un estado tan grande como este cuenta con infinidad de delicias listas para sorprender el paladar de todos sus visitantes.

Vamos a hacer un viaje gastronómico por Chihuahua, prepárate.

Desde tiempos remotos el chihuahuense aprendió a deshidratar, a secar los granos, los vegetales, las frutas e incluso las carnes. En este proceso además de que se garantizaba la existencia de alimentos para la temporada de frío o para enfrentar grandes períodos de sequía también se obtenía una variación en el sabor. De tal manera que con estos productos se fue conformando poco a poco una forma específica de cocinar y de sazonar los platillos que son típicos de Chihuahua.

Esta tradición culinaria todavía existe hoy en día, y fue la base de la cocina mestiza con sabores deliciosos y únicos. Algunos de los más utilizados son los elotes frescos secos, conocidos como “chicales” o “chacales”, y el “chile pasado”, chile verde deshidratado usado para la preparación de guisos.

Muchos de los platos en Chihuahua se preparan con carne y tiene una calidad excelente. La carne asada es un plato típico, y en este destino la carne se sazona con una combinación de especias y se sirve con arroz, frijoles, cebollas asadas y papas. Otro favorito es el carne “arrachera”, una parte de los músculos abdominales de la vaca, ablandada y marinada de tal forma que resulta ser tan suave como la mantequilla.

De igual manera, otros ricos menús son el izquiate, una sopa de pinole; el yorique, con nopales cocidos y molidos, ajo y chiles; el tonare de carne de chivo en caldillo; el pastel de pollo; la gallina en nogada; el conejo en gelatina; la lengua en pipián o el rollo de elote relleno de rajas de chiles poblanos y muchas deliciosas propuestas que puedes degustar.

Prueba el sotol, el tesgüino, la leche con pinole y los atoles de cilantro y de lentejas, son bebidas que no se encuentran en cualquier sitio y que ofrecen sabores únicos que no puedes dejar de disfrutar.

Y por supuesto no podía faltar la famosa machaca. La base de este plato, la carne seca, proviene de la necesidad que tenían los habitantes de la zona de secar la carne para alargar la conservación de la misma, comiéndola tal y como estaba cuando lo necesitaban.

De acuerdo a una tradición oral, la machaca nace cuando unos mineros, hartos de comer la carne sola, pidieron que variaran un poco el plato. La cocinera echó mano de lo que tenía: algunos chiles, cebolla, jitomate y huevos.

El plato se suele tomar como desayuno y consiste en sofreír todos los ingredientes y, cuando estén preparados, añadirles los huevos hasta que estén hechos al gusto de cada uno.

¿Con qué platillo piensas iniciar tu viaje gastronómico cuando te instales en tu nueva casa en Chihuahua?