Reduce la basura hasta en un 40%
La composta es el producto resultante del proceso de descomposición de la materia orgánica, en la cual, tanto la materia vegetal como animal se transforman en abono orgánico que la tierra utiliza para producir los nutrientes necesarios para las plantas y hortalizas.
El desarrollo de técnicas para la elaboración de composta data de tiempos muy antiguos; en China se conocen técnicas desde hace más de 6000 años. Los residuos orgánicos (residuos de la cocina, paja, ramas, hojas, estiércol, etc.) son la materia prima para la producción de la composta que se puede producir a escala doméstica, agrícola, comercial y municipal.
El proceso por el cual se elabora composta se denomina “compostaje”. Las tecnologías para el compostaje son variadas y los productos finales también varían en su composición, color, textura, etc., según los residuos y el proceso que les dio origen.
El compostaje doméstico puede realizarse principalmente de dos maneras: en pila o en compostadora. Una compostadora es un recipiente específicamente diseñado para elaborar composta, dentro del cual se ponen los residuos orgánicos. La compostadora permite elaborar composta en cantidades moderadas dentro del hogar.
La elección del sistema de compostaje depende de la disponibilidad de recursos para elaborar la composta, la estética del proceso, el volumen a compostar, así como del tiempo disponible para su elaboración y el compostaje en sí mismo.
¿Estás listo para hacer tu propia composta? Es muy sencillo y barato, además de que es ecológico, ya que podrás darle un uso productivo a los desechos orgánicos y evitarás tirarlos a la basura.
Sigue estos pasos para elaborar tu propia composta:
1.- Se emplea un huacal sin fondo y/o bote compostero.
2.- El huacal y/o bote compostero se debe colocar directamente sobre la tierra para que el desperdicio esté en contacto con los seres vivos que habitan en ella; o bien en el patio o en la azotea.
3.- Se inicia la primera capa con varas y ramas secas de jardín o simplemente tierra (unos 10 o 15 cm. de altura).
4.- Se agrega el desperdicio de cocina (aproximadamente una cubeta) y se reparte uniformemente con una pala. Es recomendable picar un poco los desperdicios, pues mientras más pequeñas sean las partículas, presentarán una mayor superficie de contacto con la humedad al aire y a las bacterias del suelo, lo cual acelera la descomposición del desperdicio.
5.- Se cubre perfectamente lo anterior con hojas secas, pasto seco, o bien, solamente con tierra, asegurándonos que los desperdicios queden completamente cubiertos (sobre todo las partes laterales) para evitar la aparición de moscas.
6.- Se rocía con un poco de agua y debes vigilar que la composta se mantenga siempre “ligeramente” húmeda.
7.- Se tapa el compostero y se deja reposar hasta que se haya reunido suficiente desperdicio (más o menos cada ocho días) y se repite la operación desde el punto número 4.
En un tiempo cercano a dos meses, se tendrá un abono orgánico o tierra negra de excelente calidad, la cual puedes usar como abono para tus plantas o jardín, para los parques y camellones de tu colonia, e incluso para iniciar tu propio huerto familiar.
La materia orgánica, son todos los desperdicios de origen animal y vegetal de comida, frutas y verduras, desperdicios de carne, pollo y pescado, huesos, cascarones de huevo, mimbre, paja, ratán, pedazos chicos de madera, escobetas, estropajos, lápices sin goma, ceniza, poda de jardín, plumas de aves, tapones de corcho, etc.
Si utilizas solo materia orgánica limpia (sin cocinar) obtendrás un abono 100% orgánico, pero como mencionamos arriba, puedes agregar cualquier materia orgánica, la cual nunca falta en nuestras casas. Anímate a hacer tu propia composta y pon tu granito de arena para cuidar nuestro medio ambiente.