Y qué hacer si uno gana más que el otro

El momento clave para conocer las finanzas de tu pareja es cuando comienzan a entrelazarse con las tuyas, es decir, cuando empiezan a vivir juntos y a pagar las facturas en forma conjunta. Es en este punto que las finanzas de tu pareja pueden comenzar a tener un impacto más significativo en las tuyas y viceversa.
Los problemas pueden surgir en cualquier momento de una relación: cuando empiezan a salir, cuando deciden vivir juntos, cuando quieren tener hijos, cuando compran una casa, cuando quieren jubilarse e incluso si deciden separarse.

¿Por dónde empezar?

Por conocer cuál es la actitud de cada uno con respecto al dinero. Todos tenemos diferentes actitudes hacia el dinero. Puedes ser cauteloso y siempre ahorrar tu dinero, puedes sentir que el dinero está ahí para gastarlo y no ahorras. Es completamente normal tener diferentes opiniones sobre el dinero: todos venimos de diferentes entornos financieros. Es cómo manejamos estas diferencias lo que es importante.

La bueno es que puede costar menos vivir juntos y compartir los gastos que vivir solos. Entonces, al ser “compañeros” de por vida, tendrán oportunidades para ahorrar e invertir que de otra manera no estarían disponibles. Sin embargo, para aprovechar esto al máximo, debes evitar la frustración que surge si tú y tu pareja tienen actitudes y objetivos completamente diferentes.
En realidad, las probabilidades de que una pareja esté 100 % de acuerdo en todo son prácticamente nulas, pero determinar cuáles son sus diferencias de opinión puede conducir a un gran compromiso y hacer que sus finanzas sean menos complicadas.
El primer paso es averiguar cuáles son sus opiniones sobre el dinero y luego idear un plan.

¿Eres ahorrador o gastador? Algunas personas están felices de vivir con tarjetas de crédito o con un sobregiro al máximo. Algunos quieren pagar por todo, dejando a la otra persona sintiéndose en deuda.

También puede haber problemas que resolver cuando uno de los dos tiene ingresos mucho más altos que el otro. Cualquiera que sea la situación, compartir las decisiones sobre gastos y ahorros y hablar abiertamente sobre el dinero ayudará a evitar discusiones y tensiones.

Uno de los dos gana más

Si hay una disparidad en lo que tú y tu pareja ganan, podría causar problemas con el tiempo a medida que surjan decisiones financieras. Comunicar sus necesidades temprano y con frecuencia es una excelente manera de minimizar la frustración y evitar herir los sentimientos y el orgullo de la pareja.

Sin embargo, si los diferentes ingresos hacen que sea difícil decidir quién asume la responsabilidad de los gastos y cómo establecer metas financieras, existen otras formas de comenzar a hablar sobre el dinero. Es una buena idea pensar en:
Qué facturas son una prioridad y quién es responsable de ellas: por ejemplo, si tu pareja tiene un crédito de alto interés, es posible que desees acordar que le dé prioridad a pagarlo primero antes de considerar gastar en lujos.

Metas a corto y largo plazo: por ejemplo, ahorrar para las vacaciones o la jubilación. Decidir objetivos, establecer un presupuesto y decir de manera realista lo que harán o pueden hacer para priorizar lo que es importante.

Hable acerca de si deben administrar su dinero de manera conjunta o por separado: hacerlo bien puede evitar dolores de cabeza y discusiones sobre el dinero.

Si estás en una nueva relación, es posible que tengas compromisos financieros existentes o una ex pareja con la que compartiste las finanzas, por ejemplo, porque tienen hijos juntos, que pueden afectar tu nueva relación.

Realmente vale la pena pensar en cómo organizas tus finanzas. Así que puedes mantener cualquier otro compromiso financiero separado de los que compartes con tu nueva pareja.