La forma más poderosa de enseñarles hábitos saludables a los niños no es con recompensas o castigos, sino con el ejemplo. Si actuamos de manera positiva, si somos congruentes con lo que les pedimos y lo que hacemos, ellos adoptarán de manera más fácil los comportamientos saludables.
Pero ¿qué pasa con las influencias de los demás? Con lo que le dicen y hacen sus amigos, maestros o el resto de la familia. No siempre podemos estar presentes para defenderlos o para explicarles que tal o cual conducta que ven en los otros no es la correcta, así que debemos enseñarles en casa para que sepan cómo enfrentarse a la vida allá afuera.
Checa estos cinco hábitos que debemos quitarles para que sean unos niños más saludables:

Criticarse a sí mismo

Si cuando te ves al espejo empiezas a criticarte, tu hijo empezará a adoptar ese comportamiento, en lugar de ello hable sobre lo bien que se te ve la ropa, lo radiante de tu rostro debido a que dormiste las horas suficientes y cualquier otro detalle que te alabe.

Comer emocionalmente

Si usas la comida para sentirte mejor cuando estás triste o decepcionado, podrías estar transmitiendo mensajes poco saludables a tus hijos. Les estás mostrando que la comida es la forma de sentirse bien consigo mismo.
En su lugar de ello busca otras formas de mejorar tu estado de ánimo cuando te sientas deprimido, por ejemplo qué tal una caminata al aire libre con tus hijos o salir al jardín a jugar.

Uso de celulares

No es justo decirles a los niños que no envíen mensajes de texto durante la comida si tú tienes al lado el tuyo y contestas llamadas, ya que estás enviando un mensaje incongruente. Lo mejor es establecer reglas familiares sobre las pantallas, y todos, incluidos los padres, deben respetarlas. Aprovecha el tiempo de la comida para que todos compartan sus experiencias del día.

Hacer de todo una competencia

Decirle a tu hijo que otros niños (vecinos, compañeros de clase, hermanos) son más atléticos no es buena idea, en lugar de ello felicítalos por lo bien que hacen algo en lo que son buenos o que les gusta, ayúdalos a concentrarse en la diversión de estar al aire libre o en cómo están mejorando. También puede ayudarlos a encontrar una actividad que les apasione y ayudarlos a practicar.

Chismorreos y críticas

A todos nos puede pasar, no podemos evitar criticar a alguien o pedir que nos cuenten el chisme del momento, pero no es un buen hábito para los adultos y mucho menos para los niños que lo aprenderán si te ven haciéndolo. Mejor, si vas a platicar con algún familiar o amiga que sean charlas neutras o inofensivas.