El hecho de que nuestra lavadora funcione con agua y con jabón no significa que no requiera un cuidado extra para mantenerla limpia. Los residuos de jabón y los minerales en los detergentes de uso común tienden a acumularse en la lavadora y, con el tiempo, es posible que notes que tu ropa no parece estar tan limpia como antes. 

Nuestra lavadora es bombardeada constantemente con pedazos de comida, fibras y otros materiales orgánicos que pueden quedar atrapados en los rincones y grietas. Además, el ambiente cálido y húmedo dentro de la máquina es un caldo de cultivo perfecto para el moho y el sarro, especialmente en las áreas de difícil acceso, que tal vez nunca se sequen por completo. 

Además de ello se pueden acumular detergentes y agua dura, lo que puede quitar el brillo a la ropa y obstruir los mecanismos. En resumen, toda esta suciedad equivale a una máquina menos funcional.

La limpieza regular de la lavadora es la mejor manera de mantenerla libre de moho y olores a humedad. Afortunadamente, es rápido y fácil mantenerla en óptimas condiciones con estos rápidos pasos:

Limpia el sello de goma de la puerta

El agua estancada a menudo se acumula en el sello de goma alrededor de la puerta, lo que significa que el moho y las bacterias también lo hacen. Frota bien el sello con una esponja con jabón, sécalo con una toalla limpia y asegúrate de que esté completamente seco antes de ejecutar el próximo ciclo. Limpia regularmente el sello para controlar este problema.

Limpia la puerta

La suciedad y el detergente pueden acumularse en la puerta de vidrio o plástico, así que frota bien, por dentro y por fuera.

Limpiar el cajón de detergente

Esta es una de las áreas que pueden ensuciarse más, ya que los residuos de detergente y suavizante se acumulan, se vuelven pegajosos y atraen el polvo. Limpia el cajón semanalmente para obtener mejores resultados y déjalo ligeramente abierto para que se seque al aire.

Limpiar el filtro de pelusas

El filtro de pelusas a menudo puede ser la fuente de problemas de la lavadora. Asegúrate de que la lavadora esté apagada y retira las rejillas del filtro de pelusas. Limpia bien con un cepillo suave, luego ponlas a remojar en agua tibia durante 10 minutos y una vez limpias, colócalas en su lugar.

Aplica un lavado caliente

Para eliminar el moho y la suciedad de la lavadora, programa un lavado con agua caliente (sin ropa) para que se elimine por completo esa suciedad que difícilmente se quita con una esponja. Hazlo una vez al mes.

Deja que tu lavadora se seque al aire

La circulación de aire puede ayudarte a evitar que se acumule el moho, así que una vez que termines de lavar deja la puerta abierta para que se seque al aire.

Recuerda, siempre revisar las instrucciones de uso de tu lavadora y utilizarla al pie de la letra, ya que a veces solemos cargarla demasiado con ropa y esto impide su buen funcionamiento y facilita la acumulación de pelusa.

Programa la limpieza de tu lavadora al menos una vez al mes y podrás sacarle mayor provecho y lograr una vida útil más larga. Recuerda:

  • Cuando la máquina no esté en uso, siempre deja la puerta abierta para asegurarte de que el interior se seque completamente.
  • Nunca dejes ropa húmeda en la lavadora, transfiérela inmediatamente a la secadora o tiéndela.
  • Mantén las superficies superiores libres de pelusas y detergente.
  • Retira la pelusa de la pantalla de la secadora después de cada uso y una vez al mes limpia las rejillas donde se acumulan.