Comportamientos y desafíos comunes
Cuando tu hijo se convierte en un adolescente, tu papel como padre comienza a cambiar. Es posible que te conviertas más en un guía que en un creador de reglas o un maestro. Eso no quiere decir que tu hijo no necesite que intervengas para evitar que se meta en problemas, pero el tono y la forma deberán ser diferentes de la etapa de su niñez.
Pero, a estas alturas, es una buena idea dejar que tu hijo tome más sus propias decisiones, incluso si crees que no es la mejor opción. Solo asegúrate de estar allí con apoyo y empatía, según sea necesario.
Los adolescentes querrán más independencia y privacidad y tendrán un enfoque cada vez mayor en su vida social. Es posible que deseen mantener sus conversaciones en las redes sociales en privado y que pasen mucho más tiempo en su habitación con la puerta cerrada. Inician los noviazgos y con mayor razón desean tener privacidad.
A los adolescentes les gusta probar los límites de su independencia, por lo tanto, no te sorprendas si tu hijo discute cuando le dices que no, o si lo hace a tus espaldas para hacer lo que le plazca. Romper los castigos, las reglas y cometer otros errores también es un comportamiento común de los adolescentes. Desean ver hasta dónde pueden llegar y hasta dónde tú podrás aguantar, es como coloquialmente se dice, “tomarte la medida”.
También suele haber un estira y afloja entre los padres y los adolescentes. Por ejemplo, puede ser que te pidan ayuda y al siguiente momento afirmar que no la necesitan.
El comportamiento típico de los adolescentes varía bastante, pero es posible observar en todos ellos lo siguiente:
- Son más susceptibles a los impactos del estrés y la falta de sueño que los adultos.
- Sus cerebros aún se están desarrollando, por lo que se espera que sean emocionalmente más volátiles, impulsivos y arriesgados.
- Pueden actuar más maduros en algunas áreas de sus vidas, pero todavía como niños en otras.
- Pueden mostrar menos interés por pasar tiempo en familia.
- Querrán dedicar más tiempo a su apariencia y a explorar las citas con amigos y posibles parejas.
Desafíos comunes
Puede ser complicado lograr un equilibrio que le dé a tu hijo suficiente libertad y al mismo tiempo ofrecerle mucha orientación, sin embargo, si bien el objetivo es desarrollar su autonomía, es importante estar atento a los problemas de salud mental, como el estrés o la imagen corporal negativa, las relaciones no saludables como el acoso o el abuso de pareja, los problemas para dormir y el consumo de drogas.
Por lo general, los adolescentes son tímidos, muy sensibles a las críticas y propensos a cuestionar quiénes son y en quién quieren convertirse. En este contexto los padres deben tratar de darles un espacio para expresarse, pero al mismo tiempo deben asegurarse de que cumplan con las responsabilidades básicas y se comporten de manera segura.
Algunos desafíos comunes para los adolescentes incluyen los siguientes:
- Muchos adolescentes quieren más libertad de la que pueden manejar, lo que puede significar romper las reglas y/o querer un toque de queda más tarde, acceso ilimitado a sus dispositivos electrónicos y/o un nuevo teléfono.
- Es posible que se quejen de que los controlas demasiado o que no los entiendes, y/o tenderán a mentir para salir de sus problemas.
- Pueden experimentar con diferentes personas, intereses y formas de vestirse para expresarse de nuevas formas, algunas de las cuales pueden no relacionarse con los padres o no gustarles.
- Es posible que tenga mal genio, tuerza los ojos y/o responda a cualquier oportunidad.
- Pueden tener problemas de relación, problemas con los amigos y problemas relacionados con la escuela.