El ejemplo es la mejor enseñanza
Tus niños, ya sean pequeños u adolescentes, siempre están pendientes de lo que haces. Ellos ven cómo manejas el estrés, observan cómo tratas a otras personas y cómo manejas tus sentimientos. Absorben toda esa información como pequeñas esponjas. Incluso cuando crees que no están prestando atención, realmente lo hacen y es esencial ser un modelo a seguir lo más positivo posible.
Según la teoría del aprendizaje social, las personas aprenden observando a los demás. Por ejemplo, hay un experimento que suelen hacer los especialistas. Este consiste en darles un muñeco a los niños para ver cómo lo tratan y qué le dicen, claro, antes también vieron cómo un adulto se comportaba con el muñeco. Los investigadores descubrieron que los niños lo trataban de la misma manera que lo hacían los adultos.
Los niños que vieron a un adulto volverse agresivo con el muñeco también se volvieron agresivos en sus interacciones. Mientras tanto, los niños que vieron a los adultos tratar al muñeco con amabilidad imitaron la amabilidad.
Cuando estás barriendo o limpiando los muebles, quizá veas que tu hijo también pretende hacerlo. Está imitándote. O bien, puedes escuchar que tu hijo en edad preescolar pone su osito de peluche en la cama de la misma manera que tú lo arropas por la noche.
Los niños repiten lo que escuchan e imitan lo que ven. Por esta razón, debes tener en cuenta las cosas que le está enseñando sin darse cuenta.
¿Qué comportamiento estás modelando?
A veces, sin saberlo, modelamos comportamientos poco saludables para nuestros hijos. Por ejemplo, considera estos escenarios:
- Una madre le dice a la cajera de un restaurante que su hijo de 12 años solo tiene 11 para poder obtener un descuento en el buffet. El hijo aprende que está bien mentir a veces para obtener lo que se desea.
- Un padre pasa las tardes viendo la televisión, pero le dice a su hija de 14 años que debería leer más.
- Los padres les dicen a sus hijos que traten a todos con respeto. Sin embargo, a menudo hacen comentarios críticos sobre otras personas a sus espaldas.
- Una pareja divorciada discute con frecuencia sobre cuestiones de custodia y visitas, pero esperan que sus hijos se lleven bien.
- Una madre le dice a su hijo que deje de llevarse los dedos a la boca; pero cuando la madre está nerviosa, se muerde las uñas.
- Una madre le dice a su hija que sea amable con los demás, pero ella le grita al empleado de la tienda cuando se niega a aceptar un artículo que intenta devolver.
- Un padre les dice a sus hijos que deben comer de manera saludable, pero el papá se come un postre a escondidas después de que se acuestan.
- Los padres les dicen a sus hijos que compartan y sean generosos con lo que tienen, pero nunca hacen donaciones ni se involucran en ningún tipo de caridad o trabajo voluntario.
- Un padre fuma cigarrillos. Mientras tiene un cigarrillo en la mano, les dice a sus hijos que fumar no es saludable y que nunca deben adquirir el hábito.
- Los padres les dicen a sus hijos que asuman la responsabilidad de su comportamiento y sus elecciones. Sin embargo, cuando se olvidan de la cita con el dentista de su hijo, discuten con la recepcionista y le dicen que claramente cometió un error de programación, cuando no es así.
Es realmente difícil modelar el comportamiento apropiado para nuestros hijos todo el tiempo, y no decimos que seas perfecto todo el tiempo, pero sí que debemos esforzarnos por modelar las reglas y los comportamientos que deseamos que nuestros hijos sigan.